Las principales ciudades españolas siguen estando en la agenda de los inversores internacionales gracias a los precios más bajos que presenta el parque inmobiliario y el número de viviendas disponibles provenientes de los activos inmobiliarios del sector bancario, como consecuencia de la resolución de los procedimientos ejecutivos, en su mayor parte, largos y tediosos, iniciados en los periodos de crisis comprendidos entre los ejercicios 2.012-2.014.
En concreto, el crecimiento esperado para las dos principales ciudades españolas se sitúa entre el 20 % y el 25 % para los próximos tres años, aunque los flujos de capital en el primer trimestre de este año 2.016 han aumentado y, por tanto, la inversión no se han comportado como parecía que el sector inmobiliario esperaba, fruto sin duda de la prudencia y el miedo que caracteriza al dinero, ante la inestabilidad y expectativas sin resolver de nuestra actual situación política.
Inversión inmobiliaria en los pŕoximos meses
A pesar de esto, después de años de sequía constructora, los expertos prevén que en los próximos meses la inversión inmobiliaria experimentará un resurgir de proyectos de nueva planta. Como paso previo, en Madrid se está produciendo un aumento sostenido de los edificios de oficinas sometidos a reforma integral.
Aunque uno de los principales problemas en ciudades como Madrid y Barcelona es la falta de suelo para realizar proyectos de envergadura, sin duda, la paralización de los actuales proyectos inmobiliarios acabarán ejecutándose en cuanto la situación política se estabilice y sería bueno que lo hicieran adecuándose a las necesidades de la demanda y a la sostenibilidad de las zonas donde van a proyectarse.
Otra de las principales novedades que el sector prevé es el cambio en el origen de los flujos de capital. Aunque continuaremos recibiendo capital procedente de Norteamérica y de los países de la eurozona, este año se volverá a ver capital local tomando posiciones en el mercado de la inversión inmobiliaria. Tras unos meses de volatilidad en las bolsas europeas arrastradas por la inestabilidad de los mercados asiáticos, una buena parte del capital local volverá a refugiarse en el sector inmobiliario, esto unido a que algunos inversores que tomaron posiciones en los años 2.011 y 2.012 empezarán a rotar sus carteras para realizar sustanciosas plusvalías, hacen intuir una mayor actividad inmobiliaria, que sin duda arrastrará al resto de sectores.